domingo, 20 de mayo de 2012

Una buena clase


Una clase que invita a pensar a los alumnos es una buena clase. Pero el clima afectivo es también determinante de la calidad del trabajo. Cordialidad, interacciones amables, tolerancia ante el error, pérdida de miedo al ridículo, apertura de pensamiento, respeto ante los modos de pensar diferentes, libertad de opinión, reconocimiento de logros y aportes, promueven confianza y creatividad y un ambiente de alegría que no debe estar jamás ausente en la clase. 


Alicia R. W. de Camilloni, Una buena clase,
en "Revista 12ntes", nº16, año 2,
Agosto de 2007, Buenos Aires.

Fuente: 12ntes

lunes, 14 de mayo de 2012

El bienestar de la libertad


En lugar de dejarle viciarse en el aire malsano de una habitación, condúzcasele diariamente a un prado. Allí, que él corra, que se recree, que caiga cien veces por día, tanto mejor: aprenderá más pronto a levantarse. El bienestar de la libertad restaña muchas heridas. Mi alumno tendrá contusiones con frecuencia; en compensación, estará siempre alegre. Si los vuestros las sufren menos, estarán siempre contrariados, siempre encadenados, siempre tristes. Dudo de que el beneficio quede de su parte.



Jean-Jacques Rousseau, "Emilio, o de la educación" (fragmento)

La educación para la libertad

Necesitamos:

  • Aprender a percibir bien toda la realidad interna y externa.
  • Aprender a reflexionar, también mediante la escucha y la lectura, sobre el sentido de las cosas, sobre el sentido de la vida, para descubrir cada día más claramente los valores.
  • Aprender a juzgar con sentido crítico-valorativo las realidades de la vida, ejércitándonos en definir nuestra posición ante ellas.
  • E ir comprometiéndonos en actitudes y acciones concretas.
Este ejercicio es fundamental, como lo es en el sentido físico para el desarrollo muscular: fortalece la capacidad y la facilidad de elegir correctamente.